Cumpleaños de Sri Gurudev 2019
Vyasa Puya (cumpleaños)de Sri Acarya Swami Prema Krishna Das Babaji Paramahamsa Prabhupada Kaviraj, el muy querido y dulce Sri Guru Diksa de Jahnava Mandir. Llevado por su gran Amor incondicional, el entregó su vida al servicio devocional a Dios y así a la humanidad…Innumerables almas han recibido su ayuda, sanación, conocimiento, comprensión, dirección en la vida y sobre todo Prema, el amor incondicional e infinito.
Y por esto en este episodio especial, dedicado a este gran alma, escucharemos la canción de la dulzura Madhurastakam, ya que es lo que mas describe su vida y su naturaleza. Por su puesto conoceremos dos historias hermosas mas del libro de Swami Rajendra Das: Historias milenarias de la India. Esta vez serán interpretadas por Swamini Maa Kadamba Devi Dasi y Swami Rajendra Das, como una ofrenda a los pies de loto de Sri Gurudev.
Y al final escucharemos el Maha Mantra, los Santos Nombres del Señor Sri Sri Krishna, quien es el corazón y alma de nuestro amado Sri Guru Maharaja.
EL PÁJARO Y EL MONO
En la selva de la India vive un pajarito que sabe hacer su nido de manera muy ingeniosa. Está suavemente tejido, casi como un jersey colgado de los árboles. Cuando hace frío, dentro se está muy calentito y cuando hace calor, es un refugio del sol. Puede llover mucho, pero ni una gota cae dentro, y al ser redondo, aún con tormenta, ningún huevo puede caerse. Además, es muy seguro: está colgado con un hilo muy no de las ramas más altas, allá en la copa de los árboles. Esas ramas no aguantan el peso de las serpientes, ni siquiera de las conejeras que pudieran comerse los huevos.
Un día que hacía mal tiempo, que llovía mucho y soplaba un viento muy fuerte, bajo el árbol se resguardaba un mono, que estaba temblando de frío. Mientras caía agua por doquier, él estaba pegado al tronco castañeándole los dientes.
Dentro del nido se hallaba un pajarito observando al pobre mono. Sentía un gran afecto y pena por él. Su corazón estaba lleno de compasión y, de repente, le dijo:
—Oye, mono, ¿por qué no te haces una casita como la mía? Mírame a mí, aunque soy pequeñito y tengo solo dos patitas y un pico, mira qué bonito nido tengo. Aquí me protejo de todas las estaciones.
Así estuvo aconsejando el pajarito al mono, que continuaba sentado y callado.
Esto le entusiasmó todavía más al pájaro, que continuó:
—Hermano mono, tú pareces casi un hombre, tienes manos y cuerpo grande, ¿por qué estás sufriendo tan inútilmente? ¡Hazte una casita! ¡Si yo que soy tan pequeñito he sabido construirme este nidito… imagínate tú lo que podrías llegar a hacer!
Aquel pajarito lo pensó bien, quería ayudarle, pero el mono no lo entendía… Se enfadó mucho, encolerizó, y…
—¡Tú! ¡Tú, siendo tan pequeño me vas a dar consejos! ¡Ahora te vas a enterar de lo que vale un peine!
El mono saltó al árbol, rompió la rama, quitó el nido, lo rasgó, lo tiró al suelo y lo pisoteó en un charco.
—¡Aquí lo tienes! — dijo el mono.
Conclusión:
Es inútil dar consejos al mono, igual que es inútil dar consejos a alguien que no es capaz de aceptarlos.
EL POBRE BAMBÚ Y LA PLUMA DE PAVO REAL
Entre muchas plantas hermosas, en el rincón del jardín de Sri Gurudeva, creció un bambú.
El Maestro cuidaba todas las plantas igual de bien y diariamente las regaba, solamente al bambú, que no necesita tanta agua, lo tenía un poco corto.
El bambú no lo entendía y a menudo se ponía triste. Pensaba: “Guru Maharaj no me aprecia, porque no me cuida tanto como a las flores… Gentes que pasan alrededor, admiran a las lindas flores y a mí… ni me miran. ¡Esto no es justo!” se lamentaba, desesperado.
Una vez, paseando por el jardín un pavo real, se sentó cerca de bambú, y ligeramente lo tocó con su suave pluma irisada.
Entonces, el bambú decidió desahogar su corazón y le dijo:
—Tengo que decirte algo… ¡soy tan infeliz…!
—Ya —dijo la pluma de pavo—, yo también.
—Bien, pero primero escúchame a mí, por favor —sugirió el triste bambú—. No soy bonito para nadie, y nadie me quiere. Fíjate… hasta para el Maestro soy el último.
—Ya, te entendemos perfectamente. Con nosotros es igual —dijeron las plumas de pavo real—, tenemos el mismo sufrimiento. Nosotros somos la belleza de nuestro dueño, pero él… ¡nunca nos cuida! Y lo peor, es que a menudo por el camino nos pierde.
—Así me siento yo también, exactamente como tú —dijo el bambú con comprensión.
Finalmente, deseando aliviar su dolor, se pusieron de acuerdo en ir a hablar con el maestro, para pedirle un consejo.
Ambos empezaron al mismo tiempo:
—¡Nosotros somos los últimos, los olvidados! Queremos ser también admirados, ¡ser flores!
—No —contestó el maestro—, no sois ningunos desgraciados. Vosotros entendéis y conocéis el sentido de vuestra misión en la tierra.
—Sí, pero nosotros también necesitamos el amor y la admiración de los demás.
—Tened paciencia, ¡ya llegará el momento… os aseguro que jamás vais a querer ser flores! —dijo por n Sri Guru Deva.
No les gustaron mucho las palabras del Sri Guru. Les parecía muy cruel su destino, y por el camino de vuelta todavía se quejaban.
Paso algún tiempo, y un día el pavo real se sacudió… y las plumas se le cayeron al suelo.
En ese mismo momento llegó el maestro y cortó el bambú porque ocupaba demasiado espacio.
Entonces, los dos en el suelo sin ninguna esperanza, se lamentaban desesperadamente:
—¡Pobres de nosotros, ahora ya estamos completamente perdidos!
Un rato después apareció el Maestro. Recogió el bambú y se lo llevo al Ashram14, donde se puso a elaborar una hermosa auta con él.
También recogió las plumas. Las arregló y las llevó, junto a la flauta, al templo del Señor Sri Sri Krishna.
La flauta la puso en las manos de La Suprema Personalidad de Dios, y en cabeza le colocó una corona, decorada con las plumas del pavo real. Satisfecho, contempló la forma hermosa del Señor y después preguntó:
—Entonces… ¿Todavía queréis ser flores?
—Claro que no, ¡ya no queremos cambiar! ¡Ahora somos felices! Las flores están en el suelo y rápido se marchitarán, pero nosotros… ahora adornamos la Santa cabeza de Sri Sri Krishna y con la flauta de bambú tocará Sus dulces melodías. ¡Qué hermoso y noble destinos el nuestro!
Conclusión de los Vedas:
Incluso un sudra puede convertirse en un venerado Sri Guru Deva, si despierta el Amor hacia Sri Sri Krishna, el cual se manifiesta en su servicio devocional hacia este venerado Sri Guru Diksa.
Jaya Sri Gurudev!
Haribol!
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