• Para motivarnos, Gadadhara Chandra Das recitara «La canción de amor», compuesta por nuestro amado Sri Gurudeva. Hay que empezar el día siempre con esta dulce melodía e ir tomando la consciencia que aquí estamos para cortar el Samsara, no para seguir enredados en Samsara! Y esto se hace cultivando el amor, amor puro por Dios, Prema Bhakti! Jaya Sri Radheeee!

SAMSARA

Una vez viajaron juntos un Sri Guru Diksa acompañado por su discípulo. Solían descansar en lugares tranquilos y seguros, pero aquella noche les sorprendió en medio del bosque oscuro. Se dice que donde te pille la noche, allí te quedes a dormir. Así entonces, Mahatma decidió que iban descansar allí mismo.

—El bosque es peligroso… —dijo—, no podemos dormir los dos a la vez. Siempre uno de nosotros tiene que estar atento y despierto. Hasta medianoche vas a estar de guardia tú… y después yo, hasta que salga el sol. Cenaron, hicieron sus oraciones y Sri Guruji se acostó. El discípulo se quedó despierto y, con alegría en su corazón, haciendo de vigilante, pensó: “No voy a despertar a mi Maestro, mejor será que duerma bien, descanse y coja fuerza.” Pero en la medianoche, Sri Guru Deva se levantó.

—Venga, ahora te toca a ti, tienes que descansar también —le dijo, y el discípulo entonces, se puso a dormir.

Mahatma estaba sentado, sereno y tranquilo, mirando, observando alrededor y… ¡qué fue lo que vio! ¡Una gran serpiente que zigzagueaba hacia su discípulo! ¡Y lo quería morder! Pero resulta que, por suerte, el sabio tenía el poder de comunicarse con los animales. Entonces le preguntó a la serpiente:

—¿A dónde, a dónde vas?

—Nada… —respondió la serpiente un poco sorprendida de que le hablase un ser humano—, solo tengo que morder a su discípulo. Voy a beberme más o menos un litro de su sangre.

—¿Y eso? —preguntó Sri Guruji.

—En la vida pasada él fue la serpiente y también me chupó un litro de sangre. Así que en esta vida se lo tengo que devolver. Por eso he venido aquí, para tomar lo que me pertenece. Ya llevamos así muchas y muchas vidas. Esto es entre nosotros, ya sabes, es solo un juego…

—Hmmm… ¿y no estáis cansados ya de este juego? —preguntó mahatma.

—Pues la verdad que sí, ya nos cansa un poco este juego —dijo la serpiente.

—¡Entonces, déjalo ya, y no lo hagas más!

—¡¿Pero por qué yo?!… ¡Que lo deje él! —se enfadó la serpiente.

—Bueno —le habló Sri Gurudev con calma—, realmente de lo que se trata, es un litro de su sangre, ¿es así o no?

—Exactamente.

—¿Un litrito te parece bien, tendrás suficiente?” —preguntó de nuevo Sri Guruji.

—Si, un litro estará bien, un litro vale… —dijo la serpiente un poco aburrida.

—Vale, pues entonces yo te daré este litro de su sangre, ¿qué te parece? Tú te lo bebes, y así le devuelves el daño que te causó en la vida pasada… y ya los dos vais a estar tranquilos. Así, en la vida próxima estaréis libres de este juego raro. La serpiente lo tuvo que pensar un poco, pero al no encontrar en la sugerencia nada extraño, finalmente estuvo de acuerdo. El discípulo, mientras, dormía tranquilamente sin enterarse de nada. Guru Maharaj cogió un cuchillo y se sentó al lado del muchacho.

Este se despertó, y no pudo creer lo que veían sus ojos: ¡El maestro estaba acercándose a su garganta con un cuchillo en la mano! La verdad, se asustó pensando: “¡Madre mía! ¿qué pasa aquí?” Pero como tenía una gran fe en su Guru Dev, calmó su mente y se quedó quieto, entregado plenamente a su Guru quien en sus ojos no era diferente del Señor Supremo…Y todo lo que Dios hace es bueno.

Cuando Sri Guruji puso el cuchillo en la garganta del aprendiz, este solo cerró los ojos y no se movió. Mahatma le cortó un poco en la vena y ni siquiera en este momento el discípulo se movió. “Cualquier cosa que haga mi Guru, seguro que será para mi bien”, pensaba. Entonces, su Guru Dev dejó escapar la cantidad necesaria de sangre, se la entregó a la serpiente y rápido tapó la vena.

La serpiente se bebió la sangre y se quedó contenta. Agradecida saludó al mahatma y siguió su camino. El discípulo se quedó tranquilamente dormido hasta la mañana siguiente…

“Ni tu padre, ni tu madre, ni tus amigos, ni el rey… Nadie puede quitarte el karma, solo tu amado Sri Guru Diksa.”

Sri Prema Krishna Das Babaji Maharaj

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::Om Sri Sri Vasudevaya namo Namah::

Radhe Radheeee Syam !