Ciclo de audiolibro: Historias milenarias de la India

“El avaro experimenta a la vez todas las preocupaciones del rico y todas las penalidades del pobre,” como una vez dijo el dramaturgo francés Albert Guinon. De esto se trata en el nuevo audio-relato de la colección de historias milenarias del Oriente de Swami Rajendra Das, narrado por el mismo.

Gadadhara Chandra Das nos recitara una maravillosa oración, una ofrenda a los pies de loto del Sri Gurudev.

Y una vez mas escucharemos la maravillosa Maha Mantra, de labios de loto de nuestro amado Sri Guru Maharaj. La verdad que se puede repetir sin limites, ya que su sonido trascendental purifica el alma;) Jaya Sri Guru Dev!

LA AVARICIA

Érase una vez un hombre avariento, un hombre que tenía mucho dinero y oro y, en consecuencia, también muchísimo miedo a perder sus propiedades. Constantemente buscaba lugares donde ocultarlas ante los demás para poder estar tranquilo.

Un día se le ocurrió esconder sus tesoros en la pared de su habitación. Entonces hizo un agujero justo enfrente de su cama y allí lo guardó.

Así podría vigilarlo mucho mejor.

Vivía tan cegado por la codicia que siempre estaba ahorrando y pensando en cómo obtener más. En invierno no calentaba la casa, apenas comía, y cuando había que pagar algo se quejaba, lamentándose de que no tenía dinero suficiente.

Pero a todos nos toca el fin de nuestros días y así se acercó también la última hora de este pobre miserable que se pasó los últimos días de su vida en la cama, abrumado por su gran sufrimiento. Sus familiares se encontraban a su alrededor, pero ya no podían hacer nada por él, más que, si acaso, acompañarlo en su amargo final.

Viéndolo sufrir tanto, a su primo se le ocurrió que podría donar a los pobres sus propiedades y bienes, y que quizá eso aliviara un poco su pesar.

El avaro esperó hasta el último momento para dar su consentimiento. Ya no podía ni hablar y con mucha dificultad levantó la mano, con la que trataba de señalar el tesoro enladrillado. Nada, sus familiares entendieron que había invertido todos sus ahorros en la construcción de la casa.

Agonizando, y ya con sus últimos suspiros, trató de señalar de nuevo hacia la pared, pero nadie comprendió el gesto. Tras un final con gran dolor, el hombre avaricioso abandonó su cuerpo y murió sin poder hacer nada provechoso por los demás, a pesar de tener tanta riqueza acumulada.

Conclusión:

“Cuando nos toca irnos de este mundo, solamente nos llevaremos lo que se puede llevar tras un naufragio.”

Sri Prema Krisha Das Babaji Maharaj

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::Om Sri Sri Krishnaya Namah::

Radhe Radhe – Syame Lade!