:Om ajñana-timirandhasya jñanañjana-salakaya caksur unmilitam yena tasmai sri-gurave namah:

“Yo nací en la más oscura ignorancia, pero mi maestro espiritual abrió mis ojos con la antorcha del conocimiento, a Él le ofrezco mis respetuosas reverencias”

Dedicatoria:

Yo, Swami Rajendra Das, ofrezco mis respetuosas reverencias a mi muy querido Sri Guru Diksa a quien le entrego, no sola- mente esta obra, sino también mi alma, ya que sé que Su único deseo es llevarla a los Pies de loto del Señor Supremo.

Dedicado, con toda mi alma, a su Divina Gracia:

Swami Prema Krishna Das Babaji Maharaj Paramahamsa Prabhupad Kaviraja, el Acarya Deva del conocimiento trascendental y de la ciencia de consciencia de la Suprema Personalidad de Dios, Señor de los Señores, Sri Sri Krishna Hari. Om Tat Sat.

:Vanca kalpa tarubhyas ca Kripa sindhubya eva ca Patitanam pava nebhyo Vaisnavebhyo Namo namah:

“Los que son árboles de deseos y océanos de misericordia, sin duda puri cadores de las almas caídas, a estos Vaisnavas yo ofrezco mis respetuosas reverencias, una y otra vez.”

¡Querido lector, le felicito! Ya que lo que llegó a sus manos es una inspiración valiosa para vivir más feliz:“Un entendimiento profundo de la vida a través de simples relatos, con origen en los Vedas.”

PRÓLOGO

A primera vista, este compendio de relatos pudiera parecer un simple librito de cuentos… y puede que lo sea, aunque en realidad es algo muy sencillo, a la vez que profundo y divertido, que trasmitiéndonos mensajes valiosos, con su trascendencia va mucho más allá de una simple diversión.

Quizás se pregunten cómo es posible, pero créanme si les digo que lo es y mucho, porque estas historias tienen mayormente su raíz en las escrituras más antiguas del mundo, más incluso que todas las religiones y filosofías conocidas.

Los Vedas (conocimientos), provenientes de la India, trasmiten sabiduría que es eterna. Se ceden, cuidadosamente y con amor, de generación en generación por los Maestros espirituales fidedignos y autorizados (como son los venerados Sri Guru Diksa) a sus discípulos, desde tiempos inmemoriales.

Y es por ello que no carecen de enjundia con el devenir, porque son así como el oro o el diamante, que no pierden su valor con el paso del tiempo.

Mi propósito es el mismo que el de los Vedas

Aportar conocimiento práctico al lector de cualquier edad (incluyendo a los más pequeños, que a menudo suelen resultar grandes sabios). Sin duda, estos cuentos servirán de ayuda y soporte para encontrar la forma de coexistir dentro de una vida humana pura.

Es lo que yo practico desde hace muchos años, alimentándome con este néctar de sabiduría. Y por ello tengo que reconocer que estoy cada día más feliz.

No es por casualidad que desde hace milenios se cuenten estas historietas, pues nos dicen grandes verdades. Son consejos importantes contados de una manera simple y amena, que tal vez no entenderíamos o no aceptaríamos narrados de una manera más sofisticada…

Se trata de descubrir los secretos de la vida

Vida que no está ni adulterada ni manipulada, sino que es perfecta, esto es, tal y como ha sido creada. Por eso me atrevo a considerar esta selección de cuentos como una verdadera joya. Y no es por su valor literario (seguramente hay escrituras con adornos mucho más hermosos), sino por ser estos mensajes inspiradores y prácticos a la vez y, por supuesto, trasmitidos con un toque de gracia.

Es así como se asimilan de la mejor manera, y lo que le da un valor incalculable.

Ciertamente, las lujosas coberturas brillantes venden mucho, como no podría ser menos en la era de marketing, de la cual somos testigos en la actualidad. Pero las bonitas palabras se las lleva el viento y eso no nos interesa.

Una de las metas principales de nuestro Ateneo Cosmopolita de Yoga Prema: Suddha Nityananda Parivara Vaisnava es añadir, o más bien re-descubrir, un verdadero valor en la vida de las personas, en este caso a la tuya, querido lector, porque una diversión pasajera más tarde o más temprano caerá en el olvido…

Para conseguir una mayor comprensión, a menudo utilicé en las reflexiones finales versos de Sri Sri Bhagavad Gita. También usé las mías propias y las sabias palabras de mi amado Sri Guru Maharaj; Prema Krishna Das Babaji Paramahamsa Kaviraj, a quien dedico esta compilación de cuentos. Muchos de ellos escuchados de sus labios de loto más de una vez.

Una señal de los mensajes trascendentales es que jamás aburren

Aun contándolos una y otra vez siempre se mantienen frescos.

Como los ornamentos valiosos, donde más lucen es cuando decoran a alguien muy hermoso. De nada sirven las joyas guardadas en una caja. De la misma manera, las grandes verdades adornan y embellecen el alma de aquel que las pone en práctica en su vida diaria. Al practicarla, incluso al intercambiar la sabiduría con los demás, es cuando le damos “vida”.

Como dice el refrán: “Compartido… todo es mejor,” y eso significa disfrutar todavía más del sabor de los dulces contenidos. La manera más adecuada es contárselos a nuestros seres cercanos, en el momento propicio. Así también pueden servir, como la hierba medicinal, para aliviar al dolor. Es por esta razón por lo que me he dedicado a recoger, interpretar y editar estos maravillosos mensajes, para acercarte a ti, querido lector, al entendimiento sublime de la vida.

Mi más sincero deseo

Es poner un “granito de amor” en ayudar a la humanidad a caminar en la búsqueda de una mejor comprensión de una vida en paz y armonía.

Creed, que es cierto; Al contemplar estas enseñanzas, inocentes y profundas a la vez, se despertará en nosotros “un sentido muy común” (el más común para los sabios).

Estas historias son milenarias porque desde siempre sirvieron para trasmitir las verdades y leyes universales más importantes. Cualquier persona que busque la comprensión de sí misma y de sus problemas, e incluso de los demás, se puede refugiar aquí y encontrar valiosas respuestas. Muchas veces, contemplando estos pasatiempos nos daremos cuenta de cómo de simple es la vida: sencilla en su esencia.

En realidad, los que se han vuelto complicados somos nosotros y es por ello que, en ocasiones, nos resulta tan difícil entenderla.

Om tat sat:

Swami Rajendra Das